¿Hay algo más interesante que una charla entre amigas un viernes por la tarde y cerveza de por medio? No para mí ja jo ju.
Resulta ser que el tema del día en mi acostumbrado encuentro con las chicas fue: La infidelidad. Nos cuestionamos unas a otras ¿que tan devotas al ser amado hemos sido en la vida? Regularmente entre mujeres nos preguntamos ¿por qué los hombres son tan hijos de %$&# infieles y cabezas huecas?
Pero honestamente y sin darse golpes de pecho cual “yo soy una mujer recta y santa que jamás pondría los cuernos”, todas cometemos ese delito alguna vez y quien diga que no es porque no rebasa los 15 años y miren que a esa edad las chavitas me dan la vuelta que dan miedo.
Una amiga nos incitó a contar no la primera vez que nos pusieron los cuernos, sino la primera vez que pusimos los cuernos. Esta es la mía:
1998…
Era una escualida niña de castaños cabellos y tez más blanca que el blanco ostión de la gama de Comex. En tercero de secundaria con el novio que todas soñaban tener, el clásico “más guapo de la escuela”. Manita sudada, unos besitos inocentes y todo el romance terminaba cuando él abordaba su vagón del metro con dirección Pantitlan y yo el mío hacía Universidad.
Por las tardes entrenaba 3 horas diarias con un equipo de gimnasia olímpica y conocí a un pobre diablo con el cual me atreví a tener un torrido romance el cual consistiría en acompañarme de la puerta del gym al pesero. De este modo tenía 2 acompañantes a los cuales les era totalmente infiel. Dahhh ¿eso qué? Mientras no haya intercambio de fluidos no cuentan ese tipo de infidelidades.
Ash, está bien:
1999 D.C. (Por si les cabía alguna duda de la época en que vivo ja)…
Vi por primera vez a este sujeto al que llamaré Dr. Mooko y pensé: “Mis hormonas de adolescente me hacen verlo casi como a un Brad Pitt, tranquilas no pasa nada, pero ps oh my God, wow! Sí aguanta para un fin de semana el hombre no? y chance para dos.
El detalle es que lo vi por un minuto y creo que no lo volveré a ver más, así que pff nada, sigue con tu conflictiva vida de puberta.
2000…
Entre e trabajar como asistente a DIM, el lugar dónde conocí al Dr. Mooko un año atrás , el cual ya había quedado en el olvido de mis hormonas y al notar que él tenía una secreta y ardiente relación (según lo que ella me contó) con una chica a la que llamaré S.I., me dí a la tarea de ignorarlo porque finalmente no me ha caido tan bien, es un tanto arrogante y grosero conmigo, así que wacala de perro.
2002…
Tenía una complicada relación con un sujeto de nombre Edgar (iuuuu me dan nauseas sólo de nombrarlo). Este tipo es uno de esos errores que uno comete durante la juventud, pero por fortuna en algún momento de la vida comienzas a ver todo con claridad, volteas a un lado, ves con quien sales y te preguntas: “¿Pero quién coño es este idiota?”. En fin, la vergüenza mas grande de mi vida pero ni hablar es nuestro pasado y no se puede borrar.
Para entonces ya no trabajaba en DIM, 14 de septiembre, el tal Edgar era el clásico fracasado que lo único que lo hace sentir mejor es que tu creas que eres mas looser que él, así que ese día se fue a una reunión con amigos de su trabajo con los cuales no me podía presentar porque no era lo suficientemente buena para él, bla bla bla historia de flojera.
Totalmente fastidiada de esa enferma relación, acepte ir con mis ex compañeros DIM a unas chelas, las cuales concluyeron en una sesión se besos con el ya tan mencionado Mooko (quien ya no tenía secreta ni no secreta relación con S.I.).
Esos besos se conviertieron en un par de salidas que iban mas allá de unos inocentes kisses, los cuales se convirtieron en la confusión más grande del mundo: “¿estaré enamorada de este sujeto o de nuestros intensos encuentros?
Hasta ese momento no podía definir mis sentimientos hacia él, pero lo cierto era que me gustaba demasiado y para entonces esa acalorada aventura, fue el pretexto ideal para terminar con el inútil novio que tenía.
Así fue la primera vez que puse los cuernos y muy bien puestos a un novio. ¿Me arrepiento? Preguntó mi amiga: definitivamente NO. ¿Por qué? Por que cuando estás en una relación que no da para más ¿qué importa?, además siendo tan joven no tienes nada que perder y por otra parte, marcó el inicio de una historia (¿de amor?...quizás) que al día de hoy no ha llegado a su fin y que poco a poco les contaré ya que son 6 largos años que no puedo resumir en un sólo post.
¿Fui infiel alguna otra vez?, Sí a un franchute que se lo ganó a pulso y con el mismo de la vez anterior. Pero esa es una historia que si se portan bien, les contaré más adelante.
Foto alusiva (y que además les debía de la fiesta de disfraces) a los cuernos que puse y que alguna vez me pusieron también. ¿Qué más da? Ya lo pasado pasado.
NOTA: Me harte de ponerle el cuerno a los novios que pasaban por mi vida, así que dejé de girar la rueda de la fortuna para quedarme al fin, con el causante de aquellas infidelidades y al día de hoy me porto bien. ¿Y ustedes?