Un compañebrio de mi trabajo me contó la siguiente historia:
Jerry- El fin de semana pasado, salí con mi esposa e hijos a Cuautla, antes de salir de la casa, mi hijo mayor me preguntó si podía llevar su PSP a lo cual le contesté que claro que yes.
Me detuve a almorzar en Tres Marías porque ya me andaba de hambre (jaja me encanta esta expresión y siempre olvido aplicarla, chin!), mientras todos terminaban de bajar del auto, yo me adelanté al baño porque ya me estaba miando (jaja esta también me mató).
Bueno, pues cuando salí del baño, mi hijo se metió y yo caminé hacia una mesa donde supuse que el ya se había aplastado ps porque encima estaba el PSP, mismo que me guardé en la bolsa del pantalón y pensé: "chamaco menso, ahorita lo voy a regañar por andar dejando las cosas tiradas y qué tal que alguien se roba el PSP? pero por suerte yo lo vi y lo guardé"
Terminamos de comer y ya de nuevo en el auto le pregunté:
Oye hijo y el PSP?
Hijo- No lo traje papá, no tenía pila.
¿Cómo que no lo trajiste? ¿estás seguro?
Hijo- Sí papá, ps pa qué lo traía si no estaba cargado.
¿Verdad mamá que lo dejé encima del tocador?
Mamá- Ay Gerardo, pues qué no viste que lo puso en el tocador antes de salirnos y dijo que mejor no porque no tenía pila?
Jerry- Nooo, no vi, nadie me dijo eso.
Hijo- Bueno y por qué preguntas?
Jerry- Pues porque yo traigo un PSP en la bolsa del pantalón que vi en la mesa donde comimos en Tres Marías. Pensé que era el tuyo y me lo guardé y ya te iba a regañar por andar dejándolo ahí botado.
Mamá-No manches ¿y ahora?
Jerry- Lo regreso, no lo regreso, lo regreso, no lo regreso. No ps ya a quién se lo devuelvo, ya ni pex.
Hijo 2- Qué bueno papá! ahora ya cada quién va a tener su propio PSP y no pelearé más con mi hermano.
FINAL FELIZ.
Bueno, no para quien haya perdido el PSP, eso es tener suerte, yo nunca me encuentro nada, chale! Ah! no es cierto, ya me los estoy choreando, acabo de recordar que hace más de un año, mi perro de detuvo a orinar en un arbolito y al terminar sus necesidades ji, olfateaba un papel y yo bien gruñona: "no Camilo ya vamonos".
Llegué a la esquina y me dio flojera rodear la manzana, mejor decidí dar media vuelta y paso redoblado (re-doblado porque estaba re-cruda), volví a pasar por el árbol previamente orinado por mi perro y él insistió en oler el mismo papel y me agaché para quitarle la cadena porque ya estaba fastidiada de jalarlo, le quería aplicar la de... bueno pues ahí te quedas como a los niños.
Al soltarle la correa, esta se me cayó y tuve que agacharme para levantarla y ...y... y... me pareció ver un lindo gatito un billete de 500 pesotes y muy incrédula lo levanté y sí, en efecto era un billete de 500! Me quedé ahí parada como tonta como 3 minutos ps pa ver si alguien lo reclamaba pero no pasaba ni un alma, así que con toda la pena del mundo, caminé a mi casa con mi propinota de 500 por sacar al perro.
Ooots qué felicidad! Ahora camino con mirada voraz al piso y a las mesas de los restaurantes aunque sé que las probabilidades de que la suerte se repita, son escasas.
En una de esas, es chicle y pega no?