Dos fines de semana atrás, decidí pasar un sábado sozinha (nótese mi portugués) y no acompañar a mi chavo al concierto de Satyricon, al fin que en México abunda en metal noruego no? (No, no abunda y si quería ir pero ps no sé).
Ese día comimos y él me abandonó en una plaza en Viaducto y Cuau (pa los cuates) donde seguido asaltan (eso dicen, a mí nunca me ha pasado).
Mientras caminaba, meditando aún si debía asistir o no al concierto decidí que ya era mucha mi flojera como para ir corriendo al Circo violador Volador (¿será pariente del gato volador?). Así pues, me di a la tarea de buscar unas pestañas postizas para mi próxima sesión fotográfica.
No había planeado gastar en nada, así que antes de salir de mi casa sólo tome mi brillo labial y un billete de 200 pesos, compré mis maravillosas pestañas Mac de 155 pesotes y me sobraron 45, con los cuales me debatí entre tomar un taxi de 20 a mi casa o irme caminando en compañía de un helado Häagen-Dazs que yo no sé de donde carajos me saqué la idea de que costaba 35.
Ganó mi lado glotón y busqué el módulo Häagen-Dazs, me recargué en el vidrio babeando al elegir mi sabor predilecto, el vendedor lo pesó para no regalarme ni un gramo más de su preciado helado, al fin lo tuve en mis manos, le metí 2 o 3 lengüetadas, caminé a la caja, me ofrecieron una bebida para acompañar mi helado (lo medité pero recordé que sólo tenía en mi bolsillo 45 pesos entonces no, gracias joven) y aquí viene lo bueno:
Chico Häagen-Dazs : Son 48 pesos señorita
Señorita (que se puso roja) : 48?
Chico Häagen-Dazs: Asintió con la cabeza
Saqué mis 45 pesitos de mi bolsa, hice como que los contaba, hice como que me sorprendí, hice como que volví a buscar...
Yo sudando : ¿Sabes qué? Sólo traigo 45 en cambio! (esperaba que me dijera "Ah sí no importa así dejalo")
Más y más sudor frío y no hubo reacción, sólo más presión por los 3 pesos faltantes y más y más presión de la gente que esperaba su turno detrás de mi. De pronto, tuve una gran idea! Le regresé el helado (previamente babeado) y puse cara de tener todo bajo control.
Yo roja, sudando y con miradas fulminantes sobre mi: Ah! ya sé, ten el helado, voy aquí al cajero y ahorita regreso a pagar. No me tardo eh?
Chico Häagen-Dazs sujetando el helado babeado: No hay problema, aquí puedes pagar con tarjeta también.
Yo hirviendo de vergüenza: Ah siiiiii? Es que fíjate que mejor voy al cajero porque de todos modos necesito sacar dinero porque ya se me termino el efectivo. Esperame tantito eh? ahora vuelvo.
Esta fue la imagen de mi graciosa huida
Corrí hacia donde estaba el cajero, por desgracia era casi frente a los helado, hice como que me formaba y la fila era kilométrica así que alcanzaba a esconderme detrás del local de Starbucks. Mire para todos lados y planeaba salir corriendo por el Sangrons, pero no era buena idea ya que me vería pasar el chico de los helados, la segunda opción era aguantarme una segunda vergüenza y meterme a C&A, subir las escaleras y salir por el tercer piso y de este modo el heladero me perdería el rastro. La tercera era talonear (no con mi cuerpo) así como los que te piden afuera del metro 5 pesos, no uno ni lo que sea tu voluntad, !5 pesos!
Seguía en la fila del cajero sin poder decidirme ¿Entrar corriendo a C&A? pero ¿Qué dirá la sociedad si yoooo me meto a esa tienda de ropa chafa wannabe? No puedo, va en contra de mis principios fashionistas. No sé que hacer, el tiempo se agota, siento que vendrá a buscarme el chico Häagen-Dazs y me hará pagar mi helado con cuerpomático. ¿A caso ese tipo que está sentado en Starbucks tiene una Mac nueva con la caja a un lado? ¡que valiente!, se la van a robar.
Un momento, ¿Qué no es mi ex-maestro de Cubase y Reason de aquellos tiempos en los que cursaba mi carrera de músico y no hacía el oso por 3 pesos?
Demonios! No traigo lentes, está sentado a medio metro de distancia y no lo veo bien, ¿y si me acerco y le pido 3 pesos prestados? ¿y si no es y hago otro ridículo más?.
Ay ay ay ay! No sé que hacer,¿Por qué mejor no me largué a ver a Satyricon? Ching.. a su M... lo voy a saludar...
Yo con cara de sopresa: Gus?
Gustavo: Hola Roxxx ¿cómo estás? ¿qué andas haciendo por aquí? (Con tono de... tu la Barbie condechi, en esta plaza de mortales -lo que no sabia él es que ya no soy tan pudiente como en aquellos tiempos de hijita de papi y además tramaba bajarle 3 pesos-)
Yo con mi choro improvisado: Pues aquí, salí a caminar un rato y vine al cajero porque fíjate que pedí un helado y no me di cuenta de que ya no tenia efectivo, me quedé endrogadísima (ja uso tonito fresa cuando estoy nerviosa) y pues estoy aquí formada en el cajero (con mi mano en la bolsa del abrigo que "sujetaba" mi tarjeta ficticia) pero ¡ufff! está larguísima la fila.
Gustavo: Ay no, no te formes mira hay un chorro de gente (como 5 personas ¿no?) A ver si quieres yo te los presto. Sólo tengo un billete de cien no importa?
Yo: Ay en serio? No, no te molestes. (Arrebatando el billete de sus manos)
Bueno, está bien.
Ten, te dejo los 45 que traigo y ahorita te doy tu cambio.
Yo con cara de "te lo dije que nomas sacaba dinero y regresaba ira, ira": Oye vengo por mi helado, el otro chico me lo dio pero tuve que ir corriendo al cajero.
Chico Häagen-Dazs 2: Ah, sí, son 48 pesos.
Yo: restregándole mi billetote prestado de A cien.
Chico Häagen-Dazs 2: Uyy no tienes 3 pesos?
Yo: No manches! Los mismos 3 pesos que me hicieron ir al cajero? (los mismos 3 pesos que le acabo de dejar en garantía a Gus por su billete de 100) No chavo, no tengo.
Chico Häagen-Dazs 2: Bueno no importa, ten tu cambio y ahorita te doy tu helado.
Recorrí con mis ojitos el local de 1x1 preguntándome ¿dónde estará mi helado previamente babeado? pero no lo vi. Mismos ojitos que no podían creer lo que veía, me hicieron un nuevo helado lo cual me llevó a preguntarme: ¿ A caso regresaronal contenedor la bola de helado que yo ya había babeado minutos antes?
La respuesta fue: Sí
Me vale, alguien más probó mis babas y sinceramente no me importa después de todo lo que acabo de sufrir por 3 pesos.
Regresé el cambio a mi ángel caído del cielo Gus, y mientras placábamos noté que miraba para todos lados, con cara de angustia, de pronto llegó su mujer y sentí tensión, nos presentó, e hizo énfasis en: Es Rooox,la de las fotos ¿te acuerdas de ella?.
Mujer a punto de matarme con la mirada: Ah! sí, la fotógrafa que toca también el trombón.
Antes de convertirme en la causante de un divorcio hice una segunda graciosa huida y camino a mi hogar, disfruté el helado más caro (y no precisamente por el robo de 48pesos) de mi vida.
MORALEJA: Desde hoy debo preguntar cuanto cuestan las cosas antes de pedirlas.
NOTA: Si alguien pidió el sábado 7 de febrero a las 18:30 horas aprox. un sorbete de limón de Häagen Dazs Parque Delta, tengan la seguridad de que probaron mis babas.