Exprimir naranjas o...?

Me declaro fan del jugo de naranja, algunos días lo combino con toronja y mi favorito es el que venden muy temprano en un puesto afuera de los Viveros de Coyoacán. Sin embargo, caminar cada día hasta el puesto local de jugos puede ser una tarea agotadora, lo cual me ha llevado a pensar seriamente en prepararlo yo mismita con mis manecitas.

Me dí a la tarea de investigar cuanto dinero y esfuerzo me tomará la preparación de mis jugos preferidos y quiero que alguien muy inteligente y con mucho tiempo para pensar al respecto me diga la verdad. ¿Sale más caro preparar que comprar el jugo de naranja?. Según yo, sí.

El exprimidor no cuesta menos de 1000 pesos, tendría que comprar un bulto semanal de naranjas, para lo cual debo ir en auto, gastar en gasolina, esperar el día que mi novio tenga tiempo libre para ayudarme a subir el bulto hasta el tercer piso. Ese ritual sólo para contar con los implementos.

Para la preparación: tendría que levantarme al menos 15 min. más temprano cada día para lavar las naranjas, cortarlas, exprimirlas, colarlas y verter en un vaso, mismo que tendría que comprar porque seguro como ya se me habría hecho tarde para ir a trabajar tendría que ser uno de esos que venden para el lunch de los chamacos pero como esos no van con mi personalidad de niña nice que todo le debe combinar, pues tendría que invertir en un vaso o termo o como se llame de los que venden el el Starbucks por no menos de 250 devaluados pesos. De este modo perdería algunos minutos más ya que tendría que lavarlo diariamente y esperar a que se seque porque no me gusta usar los trastes mojados ya que soy bien rara y me da no sé que.

¿De cuál de estas naranjas les estaba hablando?

Ah!, sí...

Pienso también que si algún día no me da tiempo de comprar las naranjas, terminaré adquiriendo en algún puesto mi acostumbrado jugo matutino, eso sin contar los días en los que se me empieza a bajar la pila en la oficina lo cual ocurre por ahí de las 4 p.m. y mando pedir un jugo de Sano y Natural de 18 pesos más la propina, sin contar con la mentada de madre que me gano por hacer atravesar a la repartidora una simple callecita, tener que registrarse y dejar ID para ingresar al edificio.

Demonios ¿Por qué no soy una niña normal? Me evitaría toda la complicación mental por un simple jugo de naranja, si tan solo me fuera permitido beber café, pero como me operaron del corazón hace 4 años ps nomas no debo. La vida sería más fácil de ese modo, no invertiría ni un centavo, café hay en la oficina a todas horas y me declararía entonces fan del capuccino.

Sospecho que esta puede ser la solución...
Ahhhhh!, Heeelp! I`m loosing my mind